La automatización financiera se afianza como motor clave de la eficiencia empresarial

Castellón – La transformación digital sigue marcando la hoja de ruta de las organizaciones en su camino hacia una mayor competitividad. Dentro de este proceso, la automatización de procesos financieros se ha consolidado como una de las herramientas más efectivas para ganar eficiencia, reducir costes y mejorar la toma de decisiones. Así lo ha subrayado recientemente Rafael Valenzuela, socio de transformación tecnológica en EY, durante su intervención en un foro empresarial centrado en el futuro de las finanzas corporativas.

Valenzuela destacó que muchas compañías, tanto grandes como medianas, están recurriendo a tecnologías emergentes como la inteligencia artificial (IA) para modernizar sus departamentos financieros. El objetivo: dejar atrás las tareas repetitivas y manuales, que durante años han consumido tiempo y recursos valiosos, para centrarse en funciones estratégicas con mayor impacto en los resultados de negocio.

Un cambio de paradigma impulsado por la tecnología

Para el experto, nos encontramos ante un cambio estructural en el enfoque que tradicionalmente han adoptado los equipos financieros. Ya no se trata solo de mantener la contabilidad al día o generar reportes, sino de convertir el área financiera en un auténtico centro de análisis y apoyo a la estrategia corporativa.

Este cambio está siendo posible gracias a la adopción de herramientas automatizadas que permiten, por ejemplo, generar previsiones de tesorería, analizar en tiempo real los flujos de caja, detectar desviaciones presupuestarias o agilizar los procesos de conciliación bancaria.

En este sentido, Valenzuela afirmó que “la automatización no solo mejora la productividad, sino que aumenta la calidad de los datos, reduce el margen de error y mejora la trazabilidad de las operaciones”.

De la visión a la acción: la importancia de dar el paso

Uno de los mensajes más claros de la sesión fue que, aunque muchas empresas ya tienen claro que deben avanzar hacia modelos más digitalizados, aún existe una brecha considerable entre la intención y la acción. “El momento de actuar es ahora”, insistió el socio de EY.

Según datos recientes presentados en el foro, cerca del 60 % de las empresas españolas reconoce que la digitalización de sus procesos financieros es una prioridad, pero solo una fracción ha iniciado proyectos de automatización de forma real y estructurada. La resistencia al cambio, el desconocimiento sobre las herramientas disponibles o la falta de personal especializado son algunos de los obstáculos más comunes.

Valenzuela animó a las compañías a empezar por procesos sencillos y escalables, como la automatización de la gestión de facturas, los pagos o la conciliación contable, y a trabajar con partners tecnológicos que puedan acompañarles en el proceso.

Inteligencia artificial: aliada clave del CFO moderno

Una de las tecnologías con mayor potencial transformador en el área financiera es la inteligencia artificial, que ya está siendo utilizada por muchas organizaciones para mejorar la eficiencia operativa y la capacidad analítica del departamento financiero.

En este punto, Valenzuela subrayó que “la IA permite analizar grandes volúmenes de datos en cuestión de segundos, identificar patrones de comportamiento y generar predicciones que antes eran imposibles sin semanas de trabajo manual”. Esto resulta especialmente útil en funciones como la detección de fraudes, el análisis de rentabilidad por línea de producto, o la optimización del working capital.

Aunque aún hay camino por recorrer para que estas tecnologías estén plenamente integradas en la mayoría de las empresas, su evolución es imparable y su adopción es ya una ventaja competitiva.

De la eficiencia operativa a la rentabilidad del negocio

Más allá de los beneficios técnicos, la automatización de procesos financieros tiene un impacto directo sobre la rentabilidad de las organizaciones. Al eliminar tareas de bajo valor, se libera tiempo que los equipos pueden dedicar a análisis financieros, propuestas de mejora y toma de decisiones.

Además, la automatización permite una mayor adaptabilidad en contextos de alta incertidumbre, como el vivido durante la pandemia o los recientes vaivenes económicos. Las empresas que cuentan con sistemas automatizados tienen más capacidad para reaccionar ante cambios en la demanda, interrupciones en la cadena de suministro o variaciones en los tipos de interés.

Por todo ello, Valenzuela concluyó que “la automatización no es un fin en sí mismo, sino una herramienta para construir una función financiera más estratégica, resiliente y orientada al valor”.

La automatización financiera, clave para el futuro empresarial

El evento finalizó con una llamada a la acción para los directivos financieros y CEOs: si bien la transformación digital es un proceso complejo, el retorno de inversión que ofrece la automatización financiera es evidente. La mejora de la eficiencia, la reducción de costes, el aumento del control y la agilidad en la toma de decisiones son solo algunos de los beneficios que ya están experimentando muchas compañías que han iniciado este camino.

En un entorno económico cada vez más competitivo, quienes apuesten por modernizar su función financiera estarán mejor posicionados para afrontar los retos del presente y del futuro.

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